Capítulo 72 Hora de hacer daño

Esa pistola se la dio Armando cuando bajó del auto. La casa de los Salinas era más estricta que la de los Villarreal, pero seguía sin ser un lugar seguro. Y ahora le había venido bien. Carlo se sujetó la pierna, se arrodilló en el suelo y miró a Clotilde con ojos llenos de incredulidad, odio, rabia y rechazo a ceder. Se moría de ganas de vengarse de ella de inmediato. Pero ahora no era el momento adecuado: Clotilde le había hecho daño a Ambrosio y él no podía tocar a Clotilde porque quería que fuera la única que sufriera el peso de la ira de Jaime.