Capítulo 394 No volver desde ahora
Clotilde alzó una ceja un poco, recordando aquella noche en la que irrumpió en la Residencia Lozano y sonrió. Al ver sonreír a Clotilde, Benedicto se sintió aún más inseguro.
—Tenía la intención de pagar sus facturas médicas por la bondad de mi corazón, ya que compartimos un breve encuentro, y luego irme. Sin embargo... Se aferró a mí. Afirmó que no tenía hogar, y que, si no estaba dispuesto a acogerla, ¡bien podría dejarla morir en el hospital! —Benedicto negó con la cabeza—. También dijo que haría cualquier cosa, incluso ser esclava, siempre y cuando yo estuviera dispuesto a acogerla.
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