Capítulo 342 Podría llegar hasta el final
Sin embargo, la situación aún no llegaba a su punto más bajo. Helena, presa de la desesperación, se aferra a la pierna de Hageo, con lágrimas en los ojos mientras suplica:
—Tranquilo, Hageo. ¿Quién tiene la culpa de mi desafortunado destino? Deberías hacer caso a nuestro padre y echarme de aquí. No importa si sobrevivo o no, debes vivir bien en la Residencia Lozano...
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