Capítulo 197 ¿Dónde están mis hombres?

La situación era crítica ahora porque, una vez descubierto el tesoro, se corría el riesgo de ser descubierto. No se podía mantener con vida ni a un solo mercenario. Además, si Clotilde hubiera muerto, la gente que había enviado ya habría difundido la noticia. Si alguien llegaba antes que él, entonces el tesoro bien podría acabar en manos de otra persona. Se apresuró a ordenar al piloto que diera la vuelta al avión. Al mismo tiempo, se puso en contacto con el gobierno de Cabralea para solicitar un permiso de paso. Pensar en los mercenarios ya en la entrada del tesoro le hizo desear estar allí al segundo siguiente.