Capítulo 165 Confianza completa

Si Armando supiera los disparatados pensamientos que pasaban por su mente, seguramente soltaría una carcajada y le diría que lo que le abrumaba era el deseo que sentía por ella, y que por eso sólo podía desahogarlo con ella. Era ese deseo el que lo impulsaba a tirar toda la cautela al viento para poseerla y arrastrarla a las profundidades de su obsesión, para al final descender juntos al infierno. Armando la abrazó con más fuerza, como si quisiera fundirla con su propio ser. —Cleo... —gritó su nombre con impotencia. Clotilde estaba sujeta con tanta fuerza que no podía moverse, y la pronunciación de su nombre le produjo un escalofrío.