Capítulo 368 Un momento de alegría
Celia pasó la mañana jugando con los niños en el patio delantero y luego se dedicó a pintar.
Al acercarse el mediodía, Adolfo y Lis se cansaron de jugar, por lo que Celia tuvo que pedir a la criada que los acompañara a la habitación de los niños para que descansaran.
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