Capítulo 341 Celia se culpa a sí misma
Adentrándose en la oscura noche, Adolfo y Lis continuaron su viaje. Las farolas proyectaban un resplandor suave a lo largo de su camino.
—Adolfo, ¿cuánto nos queda por recorrer? Estoy muy cansada —Antes de terminar de hablar, Lis se dejó caer al suelo con el sudor corriéndole por la cara.
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