Capítulo 333 Quizá debería confiar en él
Adolfo siguió la mirada de Lis y, en efecto, las dos figuras estaban subiendo a un Maybach.
Raquel, con el niño en brazos, se sentó junto a Nicolangelo. Gracias por recogerme. Se me ha estropeado el coche y es difícil conseguir un taxi por aquí.
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