Capítulo 173 Yo soy el inversor
Celia no tenía nada grave y se estaba curando bien, mentalmente hablando. Nicolangelo le pidió que se quedara en casa un par de días antes de volver al trabajo. Así que Nicolangelo trasladó su trabajo a casa para poder quedarse con ella.
La luz dorada del sol entraba en el estudio. Celia estaba sentada con Nicolangelo, ocupando un tercio de su mesa. Estaba consultando información en Internet con su tableta y anotando datos útiles en su cuaderno.
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