Capítulo 53 ¡Se acabó!
Los días transcurrían aparentemente tranquilos. Entraba y salía de la casa de Patrick sin que nadie del museo sospechara, quienes sabían de mi nueva estancia eran los funcionarios que llevaban mi caso, por lo cual se estaba encargando directamente el funcionario que conocía a Patrick, a manera de discreción y para evitar que se filtrara más información de la debida. Continuaban investigando, el vehículo blanco lo habían encontrado desmantelado en un terreno baldío, descubrieron que era un auto cuyo color era oscuro y según los análisis la pintura blanca era fresca de hace apenas unos días. Tenía la misma placa de identificación que les había dicho, pero no era de ayuda porque era una codificación de por sí falsa, sin las suficientes pistas como para ubicar a los delincuentes (porque estaba claro que eran delincuentes), el asunto era saber, de quién o de quiénes recibían órdenes. También cumplieron en la vigilancia de los alrededores del museo, sintiéndome un poco más segura (pero sin descuidarme). Me las ingeniaba para llegar a algún centro comercial, un lugar público o a cualquier otro espacio acordado con Patrick, en donde me quedaba esperándolo a que me pasara recogiendo para irnos a casa. Así, entre todas las dificultades podía regocijarme de estar con él y conocerlo en sus momentos más íntimos. Deseaba que terminara todo lo malo, para solo permanecer en sus brazos.
— Aló buenas tardes ¿Quién es?
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