―¡Jum! ―Qin Ming cayó contra el colchón y sintió que sus labios presionaban los de ella.
Debido a sus pasos apresurados, Sun Changxi había tropezado con una mancuerna y había caído encima de Qin Ming. Por si eso no fuera suficientemente embarazoso, sus labios cayeron justo encima de los del otro, como si todo hubiera sido planeado desde el principio. Sun Changxi jadeó y trató de levantarse.
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