Capítulo 11 Repercusiones
El parque de bambú que estaba cerca de la escuela era el lugar en donde muchas parejas compartían sus momentos más íntimos en la noche debido a las tenues luces.
Enfrente de la entrada del parque se erguía una estatua de Confucio, lo cual formaba un gran contraste con el comportamiento de las parejas en el interior.
Qin Ming llegó al parque antes de tiempo. Caminó dentro del parque y se encontró con algunas parejas que estaban compartiendo momentos íntimos. Ellos le ponían los ojos en blanco. Qin Ming se sentía culpable por lo que hacía. No quería ser un mal tercio, pero Nie Haitang lo había invitado a verse en ese parque.
Qin Ming se sintió deprimido al ver que las parejas se besaban y se tocaban. «No hace mucho yo también frecuentaba este parque con Li Meng para besarnos. Extraño mucho esos emocionantes momentos».
Entonces escuchó que alguien lo regañaba detrás de él.
—Oye, Qin Ming, eres tan despreciable.
Él se volteó para ver a Yang Wei y a su exnovia Li Meng. «Oh, que clase de suerte de m*erda tengo. ¿Por qué tenía que encontrármelos aquí?».
—¿Estás acosándome incluso aquí? No te rindes con tanta facilidad, ¿verdad? Te dije que es imposible que regresemos. Wei es el hombre que más me conviene.
Yang Wei se rio.
—Qin Ming. Pensé que te había advertido que ya no molestaras a mi Mengmeng, que de lo contrario tendrías que sufrir las consecuencias. ¿Por qué tienes que ser un mal perdedor? ¿por qué sigues a mi Mengmeng a pesar de que te dejó?
A Qin Ming no podría importarle menos la descarada pareja, entonces habló.
—No te creas tan importante. Estoy esperando a alguien.
—Pfff, mira como niega los hechos con tanta insolencia. —Li Meng sacó su iPhone a propósito para presumirlo frente a Qin Ming—. Eres una persona soltera con quien nadie querría estar después de que te dejé. Hasta escuché que eres tan pobre que te robaste el desayuno de alguien en la biblioteca esta mañana. ¡Qué buena broma! Entonces te atraparon con las manos en la masa espiando a una linda chica de la escuela de negocios. Solo te salvaste porque la chica estuvo dispuesta a perdonarte. ¿Cuándo vas a madurar? Esperaba que trabajaras más duro debido a tu pobre estatus, ¡pero creo que no!
Qin Ming se quedó sin habla. «Se dice que las personas sabias no difunden falsos rumores. En verdad me preocupa la inteligencia de estos dos idiotas».
Yang Wei se rio con fuerza. Acarició las regordetas nalgas de Li Meng mientras hablaba.
—Cierto. En verdad estás a la altura de tu pobre y despreciable reputación. No hay nada de clase en tu manera de actuar. Cualquier chica se sentiría avergonzada si la ven contigo.
Qin Ming entrecerró sus ojos. «¡Yang Wei lo está haciendo a propósito! Está toqueteando a Li Meng de forma tan evidente para hacerme enojar».
—¡Aah! Me estás poniendo caliente Wei —dijo ella respirando con dificultad. Entonces gimió a propósito cuando notó que Qin Ming la veía.
Yang Wei se sintió estimulado tras escucharla.
—¿Cuál es el problema? Mostrémosle a ese pobre perdedor que las personas como él solo merecen frotarse a sí mismos usando sus manos. Ninguna mujer le permitiría que lo hiciera con ella de todos modos. Su padre también es un pobre bastardo. Tiene suerte de ser amigo de mi padre. Mi padre sintió lástima por su pobre familia y le dio un trabajo de guardián, ¡ja!
Qin Ming formó puños con sus manos. Entonces dijo con tono amenazante.
—Yang Wei, cruzaste la línea.
Yang Wei se estremeció. Él sabía que Qin Ming peleaba muy bien. Por lo que cambió de tema para ya no hablar de sus padres.
Él sinvergüenza deslizó su mano bajo la camiseta de Li Meng y tocó el cuerpo de la chica. Entonces dijo de forma salvaje.
—¿Qué harás? ¿Me golpearás? Qin Ming, solo estás celoso de mí y de mi riqueza. Estás siendo vengativo porque te robé a tu novia y te robé su corazón. Bueno, solo son mis habilidades, las cuales tú nunca lograrás tener. ¿Eres capaz de encontrar una chica mejor que Li Meng? Me temo que no. Solo te mereces a una fea plebeya para que esté en tu miserable vida.
—¡Ya basta, cállate! —Una chica de vestido blanco y largo cabello gritó de pronto y caminó hacia Qin Ming—. Entonces enganchó su brazo con el suyo y dijo—. Perdón por haberte hecho esperar por tanto tiempo Qin Ming.
Él miró a Nie Haitang. La chica parecía haber puesto más esfuerzo para arreglarse ese día. Lucía más encantadora de lo normal.
Nie Haitang sostuvo el brazo de Qin Ming y dijo.
—Por favor, no lastimen a mi novio de ninguna manera. De lo contrario, tendrán que sufrir las repercusiones.
Yang Wei no pudo contener su sorpresa.
—¡¿Cómo es eso posible?!
Li Meng estaba estupefacta.
—¡¿Qué?!
«¿No ha pasado tanto tiempo desde que terminamos y Qin Ming ya encontró otra novia? Y no es cualquier novia. Es una de las 3 más bellas de la Universidad Tecnológica de la Luz, ¡es Nie Haitang! Ella es la chica perfecta que recibe la atención de todos. Su padre hasta organizó que más de 20 lujosos autos estuvieran en la escuela y le puso una alfombra roja en su primer día de escuela. Solo para anunciarle a todo el mundo que Nie Haitang era una mujer rica y perfecta».
Li Meng era considerada bonita, pero palidecía en comparación con Nie Haitang. Los rasgos faciales de Ling Meng, así como su figura, la familia de la que venía y su voz no podían siquiera alcanzar una fracción de la perfección de Nie Haitang.
«¿Cómo es que una mujer como ella quiere a un perdedor como Qin Ming?».
Li Meng pellizcó su propio brazo para asegurarse de que la escena no era un sueño.
—¿Por qué? ¿Cómo? ¡Eso es imposible!
«Qin Ming es un perdedor apestoso. Es un don nadie insignificante después de que lo dejé. Ese perdedor debería de vivir todos los días inmerso en el dolor y arrepentimiento por haberme perdido. Debería de estar acosándome y admirando mi vida desde lejos después de que terminamos».
Li Meng sintió que su orgullo aumentó cuando vio lo terrible que era la vida de Qin Ming tras su ruptura. Ella necesitaba sentirse segura de que dejar a Qin Ming había sido la mejor decisión de su vida.
Pero la chica se sentía ansiosa e inquieta al ver a Qin Ming tener una mejor vida que ella. Incluso había encontrado una chica más brillante que ella en todos los aspectos posibles. Pensó Li Meng.
«¡No puedo perder! ¿Cómo puedo permitir que Qin Ming tenga una mejor vida que yo? ¿Cómo puede él conseguir una mujer tan genial como Nie Haitang? ¡Debería de estar arrepentido todos los días por haberme perdido!».
La chica le jaló el brazo a Yang Wei.
Pero Yang Wei solo pudo sorber el exceso de saliva que salía de su boca mientras miraba a Nie Haitang. La mujer parecía una diosa y era simplemente demasiado cautivadora como para que Yang Wei desviara su mirada. Él antes estaba enamorado de Nie Haitang, pero la diferencia entre ellos dos era enorme como para siquiera encontrar el coraje de intentar hacer algo.
Yang Wei pensó en su interior. «Oh por dios. Esta es la primera vez que veo a Nie Haitang tan de cerca. Su piel tan blanca como la nieve y sus bellos rasgos faciales la hacen tan deslumbrante. Esa delgada figura con un par de pechos bien desarrollados. Ella es demasiado encantadora y seductora».
Li Meng estaba enfurecida por el comportamiento de Yang Wei ya que se le quedó viendo a la «novia» de Qin Ming. Se sentía humillada «¿Qin Ming encontró una mejor chica después de separarse de mí? No puedo ni aceptarlo».
—¡Quédate viéndola todo lo que quieras! Yo me voy. —Li Meng separó sus manos con fuerza de Yang Wei y se giró para irse.
Yang Wei volvió en sí. Nie Haitang era una persona con la cual solo podía soñar, pero estaría por siempre fuera de su alcance. Li Meng era su novia actual. Entonces dijo confundido.
—¿Eh? Mengmeng, escucha.
Qin Ming sacudió su cabeza. «Tenían que avergonzarse a sí mismos de esta forma».
—¿Desde cuándo soy tu novio? —le preguntó él.
Nie Haitang soltó la mano de Qin Ming. Le dio unos golpecitos y fingió estar enojada.
—¿Por qué estás interrogándome en lugar de mostrar gratitud? Solo te ayudé porque desde lejos vi que se estaban burlando de ti.
Qin Ming sonrió.
—Tienes razón, debería haberte agradecido por 2 ocasiones ya. Gracias por ayudarme esta tarde en la cancha de bádminton y por esta vez. Dime lo que quieras, cumpliré tu deseo.
—De acuerdo. Hay un favor que quiero pedirte. —Ella se rio.
Qin Ming no lo dudó.
—¿Cuál es el favor?
Nie Haitang apretó sus labios.
—Mi familia dejó de darme dinero por un problema que están enfrentando. ¿Podrías enseñarme como invertir en el mercado? Ganaste cien mil, ¿no?