Capítulo 5 88 mil
Qin Ming estaba en shock.
—¿Qué pudo haberle pasado a la presidenta y a los demás? Pensé que Zhao Tuo era muy rico. ¿Podría ser que no puede pagar la cuenta?
Nie Haitang no pudo evitar lanzarle una sonrisa.
—Tienes razón.
Ella reprodujo los mensajes de voz de WhatsApp y se escuchó la nerviosa voz de Zhang Qingqing.
—Tang, ¿dónde estás? Por favor regresa y sálvanos. Ese tal Zhao Tuo es un pedazo de m*erda. Le robó dinero a su padre para comprar ese Audi y su papá se lo llevó antes de que la fiesta pudiera comenzar. La comida y las 3 botellas de Chateaû Lafite Rothschild del 1992 que ordenamos suma un total de 88 mil. No me atrevo a pedirle más dinero a mi familia.
Después de escuchar el mensaje, Qin Ming pensó que la situación se había vuelto bastante dramática.
«Zhang Qingqing tendrá que pagar la cuenta ahora que Zhao Tuo se fue. Después de todo, ella es la anfitriona de esa reunión. Zhang Qingqing proviene de una familia rica, pero que gastara 88 mil por solo una comida es en efecto ridículo. Su familia la matará por esto. Pero ellos son absurdos por ordenar comida que valga 88 mil. Iban a estafar a ese Zhao Tuo por ofrecerse a pagar».
Nie Haitang y Qin Ming no tuvieron opción más que regresar al Restaurante Qin. Los miembros dentro del cuarto VIP estaban rodeados por algunos guardias de seguridad. Los cuales estaban ahí para prevenir que se fugaran del restaurante sin pagar por lo que habían pedido.
Nadie se atrevía a tocar los platos recién servidos en las mesas.
Zhang Qingqing se puso contenta al ver a Nie Haitang de nuevo. La chica la abrazó mientras lloraba sin contenerse.
—Por fin llegaste Tang. ¿Puedes prestarme 88 mil? Te los pagaré después poco a poco.
Nie Haitang rodeó a su mejor amiga con sus brazos.
—Está bien. Estoy aquí por ti. Comamos algo después de que pague la cuenta.
Nie Haitang siguió la Gerente del restaurante a la caja registradora y le entregó una tarjeta de crédito.
Qin Ming estaba de pie junto a ella y se sorprendió por la diligencia de Nie Haitang. «Sabía que era rica, pero pensar que puede gastar 88 mil en una noche sin dudarlo. Eso es de otro nivel por completo».
Pero la cajera le dijo después de juguetear con su tarjeta por un breve momento.
—Lo siento Señorita. Esta tarjeta ha sido congelada. La transacción falló.
Nie Haitang frunció el ceño. Sacó otras 2 tarjetas negras de su bolso.
La cajera las pasó de nuevo y sacudió su cabeza una vez más.
—Lo siento Señorita. Las dos tarjetas fallaron en completar la transacción también.
Nie Haitang perdió la compostura en ese momento. Marcó a un número en su teléfono y le susurró en una esquina apartada.
La Gerente ya no pudo contener su ira debido a que pensó que el asunto podría haberse resuelto en ese momento.
—Pfff. ¿Qué les sucede a los universitarios de ahora? No pretendan ser ricos si no pueden pagar. Incluso ordenaron vinos muy caros. Ahora le están causando problemas a sus padres.
—Lo sé. Los platos por sí solos no son caros, pero las 3 botellas de vino sí. Incluso les pregunté si querían que las abriera después de su comida, pero insistieron en que lo hiciera de inmediato. ¿Ahora se arrepienten de sus acciones? Deberían de estar avergonzados por ser tan pretenciosos.
La Gerente le lanzó una mirada a Qin Ming y le dijo.
—¿Eh? ¿Eres nuevo aquí? ¿Por qué te quedas ahí de pie? Rápido, ve a limpiar el cuarto número 2. Algunos invitados importantes vendrán en poco tiempo.
Qin Ming se quedó sin palabras. Solo podía culparse a sí mismo por llevar puesto un atuendo con el que podrían confundirlo con facilidad.
Él miró a Nie Haitang, ella se estaba alterando al hablar. «Creo que no podrá pagar la cantidad en esta ocasión. Aunque la familia de Nie Haitang sea muy rica, ella debe de recibir su dinero de sus padres. Algo debe haber pasado».
Qin Ming sacó su propia tarjeta y dijo:
—Disculpe, no soy uno de sus trabajadores. Por favor, use mi tarjeta.
La Gerente mostró su descontento de forma súbita.
—¿Estás bromeando? Primero, se llevaron a ese chico rico, ahora, esta chica rica no pudo conseguir el dinero. Entonces, ¿cómo puede alguien como tú, que viste con el uniforme de una cafetería, pagar?
—¿Quiere su dinero o no? —dijo Qin Ming con impaciencia.
La Gerente había visto a muchas personas adineradas, por lo que mientras juzgaba el aspecto de clase baja de Qin Ming dijo con desdén.
—Li, intenta con esta tarjeta. Veamos si en verdad puede pagar los 88 mil. Los estudiantes universitarios están actuando como payasos. ¿En serio es divertido pretender que son ricos sin tener el dinero para respaldarlos? ¿Qué se necesita para que los jóvenes se valgan por sus propios medios…?
—Transacción exitosa.
El ruido de una maquina interrumpió a la Gerente. Ella se sintió aturdida. «¿La transacción por 88 mil fue exitosa?
La Gerente, la camarera e incluso la cajera miraron de pronto a Qin Ming con otros ojos. Su expresión se convirtió de una de desdén a una de incredulidad y sorpresa. Entonces pusieron una cara coqueta.
Ese joven hombre está disfrazado de bajo perfil, pero es capaz de hacer una enorme transacción sin siquiera pestañear. La manera en la que aprieta sus labios y parpadea luce tan atractiva ahora.
La cajera sacó su teléfono con rapidez y le preguntó a Qin Ming.
—Oye guapo, ¿tienes WhatsApp?
«¿Trata de añadirme en WhatsApp?». Qin Ming lo consideró, pero rechazó deprisa a la chica porque no estaba interesado en otra mujer justo cuando acababa de terminar una relación.
—Hum… Guapo… Yo… lo siento. —La Gerente era una dama experimentada. Se disculpó con premura—. Por favor, ignora mis palabras de antes. Espero que me perdones por ser descortés. Es mi culpa por ser de mente tan cerrada.
Qin Ming le puso los ojos en blanco a la Gerente y dijo:
—Está bien. Por favor infórmele a la chica que la transacción fue exitosa. Dígale que fue por una demora de su máquina.
La Gerente asintió sin cesar.
Qin Ming no quería ayudar a Zhang Qingqing, pero estaba reacio a dejar que un asunto tan insignificante le diera problemas a Nie Haitang. «Ella es el símbolo de esperanza para nuestro club de bádminton, por lo que debe de mantener un brillo alrededor de ella todo el tiempo, como si fuera una diosa».
«He heredado todas las posesiones de Chang Hongxi. Sus negocios generan una ganancia de 34.5 mil millones cada trimestre. 88 mil en verdad no significa nada para mí ahora. Es más, Zhang Qingqing dijo que le pagaría a Nie Haitang en el futuro. No me desagrada la idea de que ella reciba los 88 mil de Zhang Qingqing».
Nie Haitang regresó al mostrador con una expresión sombría en su pálido rostro después de la llamada. Era obvio que la chica no podría pagar la cantidad.
—Hum… Lo siento…
La Gerente se inclinó con gesto de disculpa ante Nie Haitang de inmediato.
—Lo siento Señorita. Hubo un error con nuestra máquina antes. Su transacción fue exitosa, la cantidad fue pagada en su totalidad. Disculpe por quitarle tanto tiempo. Déjeme servirles a todos en su cuarto un postre gratis como disculpa.
—¿Eh? Pero…
Nie Haitang se preguntó. «Mis padres congelaron mis cuentas bancarias. No tiene sentido aun si hubo un retraso en la máquina».
Ella estaba a punto de aclarar la situación cuando Zhang Qingqing y los demás salieron del cuarto.
Zhang Qingqing la abrazó con emoción.
—Tang, en serio eres mi mejor amiga. Estoy tan feliz de que estés aquí. ¡Gracias por ayudarme!
—Haitang, eres genial.
—Sí y muy rica.
—Oigan, ¿no saben que la Señorita Nie viene de una familia en extremo adinerada?
—De cualquier modo, estamos tan agradecidos de que nos rescataras de este predicamento.
Llevaron a Nie Haitang al cuarto VIP como la salvadora del club. Qin Ming, por otra parte, no entró al cuarto.
«¿Para qué me molesto? Zhang Qingqing comentará sobre mi olor de nuevo y me pedirá que me lave antes de regresar al cuarto. Me temo que si así fuera el caso no podré contener mi ira.
Qin Ming quería irse, pero alguien se lo impidió.
Zhang Qingqing se dio la vuelta y lo detectó. Entonces le dijo.
—Oye, Qin Ming, ¿por qué sigues aquí? ¿En verdad quieres tanto una comida gratis? ¿No te dije que te limpiaras antes de regresar? Entonces, ¿por qué sigues usando ese uniforme?
Qin Ming suspiró.
—De acuerdo presidenta. Ya me voy entonces.
—Ya quédate, de todos modos, ya estás aquí. Después de todo, eres miembro del club de bádminton. Lo que intento decir, es que todavía necesitamos que alguien cargue nuestros bolsos. Deberías de tratar bien a Haitang porque ella patrocinó tu comida gratis de hoy, ¿entendido?
Qin Ming ladeó su cabeza. «¿Tratarla bien? ¿Cómo debería de tratarla bien?».
Los miembros del club de bádminton se encontraron de pronto en su habitual humor. Todos disfrutaron de los exquisitos platillos y el caro vino. La atmósfera recobró con rapidez su estado animado.
Qin Ming por fin comprendió que su manera de «tratar bien a Nie Haitang» era beber en lugar de ella cuando cualquiera trataba de brindar con la chica.
Qin Ming se bebió al menos una botella de vino Chateaû Lafite Rothschild el solo mientras la fiesta se alargaba.
El hombre se alegró al beber el vino. El alcohol lo ayudaba a aturdir sus sentimientos, lo que le permitió olvidarse por el momento de su ruptura.
Qing Ming tomó como un pozo sin fondo. Entonces se embriagó y se durmió después de beber demasiado alcohol.
Qin Ming no se dio cuenta de cuánto tiempo había pasado. Se frotó su cabeza con fuerza y se despertó de su ensoñación. Entonces se dio cuenta de que yacía en los muslos de alguien. Sintió una suave piel junto a su cabeza y percibió una esencia fresca.
—Oh. ¿Qué sucede conmigo? ¿Me puse borracho? —Qing Ming se frotó sus sienes y dijo con asombro—. ¿Me emborraché bebiendo vino?
Un dedo le dio un gentil golpecito en su frente de repente. Entonces escuchó la coqueta voz de Nie Haitang.
—Eso es porque eres un tonto y te bebiste todo mi vino. Sería un milagro si no estuvieras borracho después de beberte 3 botellas de las más caras de vino Chateaû Lafite Rothschild de 1992 y una botella de coñac Hennessy de alto contenido de alcohol.
—¿Eh? ¿por qué pidió Zhang Qingqing tantas botellas de alcohol? —preguntó Qin Ming sorprendido.
Nie Haitang le dijo sacando un poco la lengua de manera tierna.
—¿Quién sabe? Quizás querían estafar a Zhao Tuo, pero terminaron estafándote a ti.
Los ojos de Qing Ming se abrieron más al escuchar sus palabras. Entonces recuperó su compostura. El hombre miró hacia arriba y vio un par de pechos bien desarrollados cubiertos por una delgada tela verde, entonces vio el largo cabello negro de Nie Haitang y por fin, su rostro invertido.
«Entonces he estado acostado en las piernas de Nie Haitang. Con razón se sienten tan suaves y huelen de forma tan maravillosa».
Se sentó y escudriñó con rapidez el cuarto VIP. No había nadie ahí con excepción de él y Nie Haitang.
—Haitang, deberías de haberme despertado antes o haber contactado a alguno de mis compañeros de cuarto para que vinieran por mí —le dijo.
La chica le sonrió.
—Solo quería confirmar contigo si eres la persona que pagó los 88 mil por mí. Mis cuentas bancarias están congeladas, por lo que no hay manera de que la transacción hubiera sido exitosa. Las únicas personas que estábamos ahí éramos tú y yo, entonces estoy segura de que tú fuiste quien pagó la suma.
Qin Ming no esperaba que ella fuera tan decidida con ese asunto. Por lo que no tuvo opción más que admitir lo que ella dijo.
—Sí, fui yo quien pagó la suma. Pero solo lo hice porque no quería que decepcionaras a los demás miembros. Eres alguien digna de sus expectativas.
Las mejillas de Nie Haitang se volvieron carmesíes. «Qin Ming pagó esa cantidad por mí».
La chica puso su mano en su pecho para tranquilizar la sensación que tenía, como si sintiera un aleteo por dentro.
—Yo… Yo pensé que eras muy pobre. ¿De dónde sacaste todo ese dinero?
Qin Ming pensó en sus opciones y decidió no revelar su herencia. Optó por decirle una mentira blanca.
—¿Olvidaste lo que estudié? Soy uno de los mejores estudiantes del curso de economía. He estado probando mi suerte en la bolsa después de aprender algo de finanzas. Las acciones de Tecnologías Hong Xing han estado aumentando por un mes. Vendí mis acciones hoy y gané cien mil.
Nie Haitang dijo.
—Gastaste mucho dinero, pero los otros no supieron de tu sacrificio.
Qin Ming sonrió un poco.
—No me importa eso. Cumplí mi deseo de no ver una mirada preocupada en tu rostro.
Nie Haitang se sentía feliz en su corazón. Mordió sus labios con emoción.
—No te preocupes. Recordaré lo que hiciste. Te regresaré el dinero en cuanto Qingqing me lo pague.
Qin Ming sonrió. A él no le importaba esa pequeña cantidad de dinero.
En realidad, pensaba que era dinero bien gastado, ya que logró recostar su cabeza en el regazo de Nie Haitang por muchas horas.
Después de todo, ella era una de las 3 más bellas en la Universidad Tecnológica de la Luz. Era ya bastante difícil para los chicos poder conversar con ella en días normales.