Capítulo 10 Los enemigos deben de aparecer en algún momento
Ya era de noche cuando Qin Ming regresó a la universidad.
Estaba pensando en lo que quería cenar cuando de pronto sus compañeros le dijeron.
—Ming, reunámonos en el restaurante Man Fu más tarde. Te presentaré a unas hermosas chicas de la escuela de negocios.
—No estoy interesado. —Los rechazó Qin Ming.
Pero Zhao Liniu insistió.
—Ming, deja ir lo pasado y enfócate en el futuro. Es hora de que lo superes. Li Meng presume que se la pasa bien con Yang Wei en el chat grupal de WhatsApp todos los días. Ella es muy molesta. No puedes dejar que esa p*rra te menosprecie, ¿o sí? Además, no importa si no te gusta tu cita, no hay ninguna obligación.
Qin Ming sabía que sería difícil decirles que no. Sus amigos estaban preocupados por él y no debería de decepcionarlos. Por lo que dijo.
—De acuerdo, ahí estaré.
En el restaurante Man Fu.
Qin Ming entró a un cuarto privado para cenar. En cuanto abrió la puerta, escuchó la familiar voz de una mujer que decía en voz alta.
—Déjame contarte que un rarito robó mi desayuno hoy. Solo había leído de ellos en internet, pero conocí a uno en persona y en verdad me abrió los ojos.
—Tch, tch. ¿Es tan pobre que tiene que robarle el desayuno a los demás? ¿Es un pueblerino estúpido?
—Es el pedazo de m*erda más grande del que he escuchado.
—Exacto. Se lo comió y siguió negándolo, aun cuando alguien con quien va a clase lo vio. No hay nada malo con ser pobre, pero no puedes robar y mentir, ¿cierto? Intentó pagarme, pero resultó que ni siquiera tenía un billete de 100 encima. ¿Puedes creerlo? —dijo la chica con enojo.
—Ja, ja, ja. ¿Tan raro es? —Las demás personas se rieron.
Qin Ming vio a través de la puerta entreabierta que la chica que estaba hablando era Chen Muling, de la escuela de negocios, a quien acababa de conocer esa mañana.
«¿Por qué esta ella aquí?».
Chen Muling jaló la mano de una chica y le dijo.
—Por favor, nunca me presentes a un chico así. De lo contrario enloqueceré.
Chen Muling estaba hablando con la novia de Liang Shaoyong, Zhao Menghua, quien estaba en el último año de la escuela de negocios.
Ella se apresuró a decir.
—Por supuesto que no. El chico que te presentará Shaoyong es uno de los mejores de la clase de economía. Y ha sido el primero de su clase por los últimos 3 años.
Liang Shaoyong sonrió y dijo.
—No te preocupes Chen Muling, Mi amigo es una excelente persona y es muy fiel y amoroso.
—Eso te lo aseguro. Hemos sido buenos amigos por los últimos tres años. Proviene de una familia humilde, pero es muy trabajador y ambicioso. Estoy seguro de que tendrá un futuro prometedor cuando se gradué —añadió Sun Zhipeng.
Zhao Liniu se golpeó su pecho y dijo en tono confiado.
—Cierto. Ming es asombroso. Obtiene una beca todos los años. Pero su novia está muy ciega como para ver lo increíble que es. Lo engañó y lo dejó. Por suerte todo eso ya terminó. Ah, ahí está.
Qin Ming había decidido irse al ver que Chen Muling estaba ahí. Pensó que sería muy incómodo si entrara.
Sin embargo, Zhao Liniu miró hacia donde él estaba y lo vio por la puerta entreabierta.
Qin Ming no tuvo más opción que entrar al cuarto. Sería más vergonzoso aun si hubiera huido.
En cuanto entró, Chen Muling lo señaló y gritó.
—Ah, ¿eres tú?
Qin Ming vio que había siete personas en la habitación. Además de sus compañeros de cuarto, estaban las novias de Liang Shaoyong y Sun Zhipeng, Chen Muling y otra chica.
La atmosfera se sintió extraña de pronto.
Zhao Menghua miró a Qin Ming y a Chen Muling confundida y preguntó.
—¿Muling, lo conoces? Eso es bueno. Entonces no necesitamos presentarlos.
Chen Muling le replicó con una sonrisa despectiva.
Cruzó sus brazos y sus piernas, entonces dijo con una expresión de asco en su rostro.
—Claro que lo conozco. Es el perdedor que me robó mi pastel.
—¿Qué?
Todos estaban impactados. Nunca esperaron que Qin Ming fuera el fenómeno del cual se acababan de burlar.
Era una situación en extremo incómoda.
Se miraron los unos a los otros sin saber que decir para romper la tensa atmósfera.
Las otras chicas se percataron de que Qin Ming era en realidad muy apuesto, a pesar de que estaba usando ropa barata. No esperaban que el fuera el c*brón que se comía los pasteles ajenos.
Ahora no sentían más que desprecio hacia él «No puedes juzgar a un libro por su portada en verdad». Y lo miraron con desdén.
Qin Ming frunció el ceño. Para él, ese tipo de miradas condescendientes y desdeñosas no eran nada nuevo, se las habían lanzado desde que era un niño.
Zhao Liniu se rascó la cabeza. Él quería presentarle una chica linda a Qin Ming esperando que pudiera ayudar a su amigo a superar su ruptura. Pero para la sorpresa de todos, Qin Ming y la chica habían tenido un triste episodio antes. Al ser el líder del cuarto, él pensó que necesitaba mejorar esa incómoda situación de inmediato.
Entonces preguntó.
—Ming, ¿qué sucedió?
—Fue un malentendido. Zhao Fugui puso el pastel en mi escritorio. Pensé que alguien me lo había dado, por lo que me lo comí. En verdad fui muy descuidado.
Liang Shaoyong apretó su puño y dijo.
—Zhao Fugui, ¡ese imbécil! Qin Ming, sé que tú nunca harías algo así. —Entonces abrazó a su novia.
Zhao Menghua de inmediato entendió lo que quería decir. Ella no creía en lo que Qin Ming decía, pero no tenía opción más que complacer a su amado.
—Muling, este es un malentendido. Alguien le tendió una trampa.
Chen Muling no se sintió satisfecha con sus explicaciones, sino que explotó.
Se incorporó de un brinco de su asiento y le apuntó un dedo a Qin Ming, entonces lo regañó.
—Son excusas. El pastel solo cuesta 100. No me importa el dinero. El problema es que sigues negándolo. ¿Quién te crees que eres? Mírate, pareces un mendigo. ¿Por qué alguien querría ponerte una trampa con un pastel? Te crees la gran cosa. Serías un hombre de verdad si lo admitieras, pero sigues negándolo. ¿Por qué te cuesta tanto trabajo aceptar tu error? ¿Y qué si tienes buenas notas? ¡No tienes la integridad y eres un c*brón! Ja, ja, ja. En verdad aprecio tu gentileza, pero ver tu rostro me da náuseas. No puedo quedarme aquí por más tiempo. Además, hay otros chicos que quieren invitarme a salir.
Chen Muling estaba molesta en verdad. Había estado soltera por casi tres años en la universidad. Pero después de ver lo feliz y dulce que Zhao Menghua era con su novio, de pronto deseó tener amor.
Entonces Zhao Menghua le comentó que le presentaría al mejor estudiante de la clase de economía. Chen Muling pensó que no le haría daño socializar. Si se llevaba bien con el chico, quizás ella podría probar la alegría del amor también.
De forma inesperada, el chico resultó ser el c*brón que le había robado su pastel y que incluso había lamido la caja. Se sentía asqueada al pensar en ello.
Chen Muling sujetó su bolso y estaba a punto de irse cuando las otras chicas la detuvieron.
Sería aún más incómodo si Cheng Muling se iba.
Qin Ming se sentía agradecido con sus amigos por su ayuda, pero ya les había arruinado el ambiente a todos y ya no podía seguirlos avergonzando. Por lo que dijo.
—Oh, olvidé que tengo que trabajar. Me iré ahora. Los invitaré a cenar otro día. Adiós.
Qin Ming se fue ya que no quería poner a sus amigos en una situación complicada. Entonces su teléfono vibró. Nie Haitang le había enviado un mensaje.
«Qin Ming, ¿quieres recuperar tu cámara? Te estaré esperando en la arboleda de bambúes».
Tras leer el mensaje, Qin Ming supo que no podría cenar esa noche.