Lin Yuanwang dio órdenes de inmediato para que todos los botes fueran devueltos a Provincia Monteverde. Eso equivalía a hacer que Bai Haocheng y los demás regresaran caminando a sus casas. Era la primera vez que visitaban el pueblo de la familia Lin en Provincia Monteverde. ¿Cómo iban a encontrar el camino de vuelta? Era muy mala idea adentrarse en el Valle del Misterio. Podría morderlos una serpiente, una rata o cualquier otra alimaña en cualquier momento.
—Vaya, no esperaba que Qin Ming fuera tan rico... Creo que debimos pedir un poco más... ¿Qué? ¿Dónde están nuestros botes? —se preguntó uno de los hombres ricos.
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