Capítulo 308 Que no te falte dinero
Héctor sintió un destello de irritación cuando Dalila lo obligó a él y a Verónica a disculparse con Simón. Había planeado hacerlo de una manera superficial para evitar más vergüenza. Pero, su hijo, Tiberio, insistió en hacer estallar el asunto. Al enterarse de que Héctor tenía la intención de cancelar su tarjeta de crédito, Tiberio se asustó tanto que ya no le importaba su dignidad. Hizo una reverencia y se disculpó:
—Todo esto es culpa mía, Señor Peña. ¡Lamento mis actos imprudentes!
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