Capítulo 142 Un gran placer
Simón no sabía mucho de la industria del entretenimiento, pero sí sabía que aquello era un camerino público. Las recién llegadas como Valeria y Marina, que acababan de debutar, no tenían su propia sala de maquillaje. ¿Qué había de malo en hacer algunas bromas en un lugar público? Además, Simón y los demás no hacían ruido. No molestaban a nadie.
Marina era la que molestaba a todos. No era guapa, era arrogante, e incluso había regañado a Simón por no tener modales.
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