Capítulo 280 Un montón de bufones

Simón sintió la tentación de reírse a carcajadas ante el engaño. De todas las cosas del mundo, el anciano tuvo que estafarlos fingiendo un accidente. El anciano podía elegir una víctima mejor que Simón. Simón tenía las habilidades para esquivar a una hormiga, y mucho menos a una persona viva que respiraba. Además, tenía súper vista. No había forma de que pudiera atropellar a alguien, incluso si conducía un camión con un remolque enganchado en el concurrido centro de la ciudad. La única explicación fue que el anciano saltó a la carretera a propósito.