Capítulo 40 ¿Quién te crees que soy?
Al parecer, empezó a pensar en Simón y en cómo se burló de él antes. También empezó a tener recuerdos de su infancia. Resultó que Simón nunca dejó de ser amable con ella. Así que olas de intensas emociones reprimidas la bañaron mientras los insultos de la familia de Adán la habían hecho deshacerse en un charco de lágrimas.
—¿Dónde está Simón, papá? En verdad quiero darle las gracias. —Paola sollozó.
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