Capítulo 1297 Reunión de viejos amigos
Tomás siempre había sido así: nunca pensaba en las consecuencias cuando decidía llevar a cabo una determinada acción, ni consideraba que él mismo pudiera estar implicado. Sólo vivía el momento presente. En este momento, Lucía era tan débil como un pollito en sus manos.
Para él, esto era suficiente. Tomás sonrió sin palabras mientras una expresión fría se apoderaba de su expresión. Aunque estaba sonriendo, sus ojos parecían afilados y asesinos. Lucía ni siquiera se atrevía a respirar, por miedo a desencadenar su intención asesina, hasta que le lanzó una flamante botella de agua mineral.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread