Capítulo 378 Debes casarte con ella

Cuando la abuela Gil dijo la frase «ponerla entre rejas el resto de su vida», Lucas, que había permanecido callado, levantó de pronto la cabeza. Sus ojos eran tan fieros como el líder de una manada de lobos bajo la luna. Asustada por la expresión de su nieto, la señora dio un respingo, pero recuperó la compostura enseguida y lo señaló.