Capítulo 1097 ¿Por qué no se defendió?
Tomás sabía muy bien lo malvados que podían ser los seres humanos. Al fin y al cabo, estaba mucho más familiarizado con esas mentalidades que cualquier otra persona, ya que él mismo era una persona de naturaleza perversa. Lucía era objeto de acoso por parte de sus compañeros de clase; su cara de mansedumbre e inocencia era su único pecado ya que no había hecho nada malo.
Por lo tanto, nadie creía estar cometiendo un acto de violencia contra ella en ese momento, pues todos pensaban que habían hecho algo bien. Se limitaron a sonreír en respuesta a la pregunta de Micaela antes de disimular lo que acababa de suceder y decir:
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