Capítulo 1536 No estar juntos es mejor que aferrarse

Cuando escuchó eso, Leticia se quedó boquiabierta y se sumió en el silencio. Pasó un largo rato en el que sólo el sonido de su caótica respiración llenaba el aire del coche. En realidad, en el momento en que Simón dijo esas cosas, su corazón ya había empezado a arrepentirse; no sabía por qué, pero en ese momento, de verdad quería retirar sus palabras. Como hombre que nunca se había retractado de sus palabras, esta era la primera vez que tenía tal emoción. «¿Es por Leticia? ¡Eso es imposible! ¡Ella no vale la pena!» Después de pensarlo una y otra vez, se aclaró la garganta en el ambiente quieto y dijo: