Capítulo 806 ¡El contacto corporal hizo que el ambiente fuera más sugerente!

―¡Espera un momento, Lucas! ―gritó Sofía antes de oír el gemido del hombre. Entonces, sus posturas se intercambiaron: él estaba ahora encima de ella, presionándola con fuerza. Cuando ella levantó la cabeza y se encontró con sus ojos, se retorció. La piel desnuda de él bajo su contacto hervía, e incluso su cuello se enrojecía en un tono de rosa tenue. El hombre, que ardía en la llama del deseo bajo la influencia de las drogas, se volvió tan fiero como una bestia.