Capítulo 39 No hay necesidad de sentimientos profundos ni obstinación
«¿Invitarme a salir? La verdad es que ya me asombra que Sabrina haya venido a buscarme por su propia voluntad, pero nunca hubiera pensado que estuviera cumpliendo órdenes de otra persona...»
Justo entonces, un aire de masculinidad la rodeó y la abrazó por detrás. Una voz con tono burlón sonó desde arriba, y la persona acarició con suavidad su pelo entre sus dedos.
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