Capítulo 1296 Yo Seré el Verdugo
La fuerza de las manos de Tomás cuando la pellizcó fue tan grande que una oleada de miedo le recorrió la columna vertebral. La intención asesina que salía de sus dedos era tan real que a Lucía se le pusieron los pelos de punta.
—Tomás, no. «Si tomo tantas píldoras a la vez, ¡tendré que hacerme un lavado de estómago!» De sus ojos brotaron lágrimas de desesperación. Sacudiendo la cabeza, los dientes también le temblaban con trozos de píldoras en la boca.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread