Capítulo 328 Quemarlo todo con fuego
Pronto, Sofía y Tomás se alejaron, pero Lucas seguía con la mirada perdida en la entrada del hotel. Mario sintió lástima por Lucas, pero en ese momento no podía hacer nada. La realidad era que Lucas había herido a su familia, y era completamente razonable que ambos rechazaran su amabilidad.
Mario hizo una llamada telefónica y dio instrucciones al personal del restaurante Glorioso Este para que enviara los regalos que Lucas había preparado a la habitación del hospital antes de guardar la corona. Mario pensó que esa corona estaba hecha a medida para Tomás, y que habría un día en que el señorito Plaza se la volvería a poner.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread