Capítulo 157 Castigado por el amor a estar solo para siempre
Los rayos del sol de la mañana brillaban a través de las capas de nubes y descendían sobre el puerto mientras el viento frío soplaba en la cara de cada uno. Lucas pensó que su corazón podría haber dejado de latir en un instante, y se quedó con la mirada perdida en el mar que ahora volvía a estar en calma. Parecía una estatua... después de que su alma hubiera abandonado su caparazón exterior. Miró en la dirección general en la que Tomás había saltado. Al cabo de un rato muy largo, empezó a retorcerse y todo su cuerpo se estremeció de forma incontrolada. El teléfono móvil de tamaño infantil se le escapó de los dedos y cayó al suelo, junto a sus pies. La brisa de la mañana era refrescante. El paisaje era magnífico, pero todo lo demás era horriblemente cruel. Parecía abandonado, como si se hubiera quedado solo en el mundo.
Los ojos de Lucas estaban enrojecidos y su corazón se apretaba con dolor. El dolor comenzó a cosquillear mientras se irradiaba por todo su cuerpo. Encendió el pequeño teléfono móvil con dedos temblorosos y encontró en él varias grabaciones. Se quedó mirando el botón de reproducción de la pantalla, pero no tuvo el valor de pulsar el play. Tenía miedo de escuchar algo que pudiera cambiar su visión de la realidad. «¿Qué debo hacer si eso ocurre?»
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