Capítulo 139 Alejo, ¿te gusta?
— ¡Alejo, espérame! —Una mujer de tacones altos lo venía persiguiendo, pero Alejo ni siquiera se molestó en mirar hacia atrás. Cogió un puñado de dinero de su cartera y lo lanzó por la ventana. En un abrir y cerrar de ojos, el coche rugió y se alejó dejando una ráfaga de viento que arrastró el fajo de billetes en el aire. La mujer se quedó atónita, clavada en el sitio durante mucho tiempo antes de recuperar la compostura.
Alejo llevó a Sofía al hospital y llegaron a la una de la madrugada, cuando Pablo aún dormía. La llamada lo despertó, y Alejo gritó a través del teléfono diciendo que alguien necesitaba un lavado gástrico.
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread