Capítulo 41 Aparece elena

Kirian me estaba esperando en la galería, íbamos a asistir a una de esas tantas invitaciones que recibía. Él constantemente insistía en irme a buscar, pero yo me negaba, terminando esta vez, por enviarme uno de sus servicios de traslado a recogerme. Estando en la galería, nos fuimos directamente a la reunión “privada y selecta” como él la llamaba, al ser en el salón de un “club” de lujo (o algo parecido). Es allí, donde se estaría realizando una subasta a la que Kirian no podía dejar de asistir, él quería comprobar “si había algo que valiera la pena”, para entrar en la puja, y hacerse de más antigüedades cuyo valor se encargaba de aumentar, especialmente por las constantes investigaciones que mandaba a hacer; esto me gustaba mucho de él, porque a pesar de lo que me habían comentado de él, podía percibir, que en realidad no hacían adquisiciones por capricho, era todo muy bien planificado, y les gustaba invertir en profundizar respecto a la procedencia de sus antigüedades. Algo que no todo mundo hace, muchos adquieren objetos de valor “para lucirlos”, ellos tenían en su haber, una fortuna escondida, que no lucían delante de nadie porque las tenían sometidas a constantes investigaciones. Dándole así, el puesto que mi carrera, y la de los museólogos, así como muchos profesionales del área merecemos.