Capítulo 13 El hallazgo
Al día siguiente, realicé mi habitual rutina de inspección de los objetos que teníamos en el laboratorio. Sabiendo que la jornada iba a ser extenuante en todos los departamentos, debido a una actividad cultural que el museo tenía (en donde se habían convocado varias instituciones educativas para darles visitas guiadas a diferentes estudiantes), quise aprovechar el momento de tanto ajetreo y de no tener tantos ojos pendientes de mí para escabullirme al almacén.
Parecía como si estuviera en una película de detectives, evadiendo algunas de las cámaras de seguridad y al personal. Pasando desapercibida pude entrar a escondidas al depósito por medio de una de las puertas de servicio que poco se utilizaban. Recorrí los pasillos buscando el escaparate que determinaba la codificación que Kevin me había dado.
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