Qin Ming y Huang Shutong se despidieron de una forma muy desagradable. Ambos seguían maldiciéndose el uno al otro cuando se separaron. Huang Shutong era la prometida de Zhao Zhengyan, no la suya. Por lo que, aunque se sintió mucho mejor después de increparla, empezó a arrepentirse por hacerlo. Quería ayudar a Zhao Zhengyan a mejorar su reputación y sus relaciones con la gente que lo rodeaba.
«¿Por qué fui tan imprudente? ¡Olvídalo! Nie Haitang es más importante ahora. No puedo entrar sin una invitación. ¿Debo usar ese truco? ¡Ja! Estoy seguro de que con eso saldrás de ahí», pensó Qin Ming mientras se reía con malicia y se frotaba las manos. Se fue un momento y, al poco tiempo, regresó al hotel con un megáfono en las manos. Tras subir el volumen al máximo, se lo dio a un trabajador que contrató por trescientos.
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