—¿Ser distante? —Qin Ming no se molestó en pensarlo demasiado. En ese momento estaba haciéndose pasar por Zhao Zhengyan. Por lo que había deducido, era casi imposible que Zhao Zhengyan tuviera amigos de verdad, a juzgar por la lamentable cantidad de contactos que tenía almacenados en su móvil, las cosas que había hecho en el pasado y la forma en que trataba a la gente. Qin Ming dijo:
»Señora Bai, ¿qué tipo de relación cree que tenemos? ¿No está esperando a verme hacer el ridículo y en realidad va detrás de mi dinero? Debo dejar claro que hoy no fui yo quien dio el primer paso. Después de todo el dinero que gasté aquí, no solo no me protegieron, sino que además sufrí el acoso de He Jinshu. Tch, el servicio proporcionado por el Club de la Rosa Salvaje es deficiente.
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