—Auch... —Cuando Qin Ming recuperó la conciencia, sintió dolor en cada parte de su cuerpo.
Echó un vistazo a su entorno y vio a médicos de ambos sexos vestidos con batas blancas. Podía percibir el claro olor a desinfectante a pesar de estar atado a un suministro de oxígeno. Movió un poco el dedo y sintió una inusual pesadez en él. A causa de la luz deslumbrante de arriba, sintió que un cansancio se cernía sobre él mientras se dormía de nuevo. En ese momento, el médico que lo atendía le dijo:
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