En la Universidad del Milenio, el sol salía a paso lento y Nie Haitang había estado llorando toda la noche. Acababa de recibir una foto de Qin Ming en WhatsApp, en la cual aparecía durmiendo junto a una mujer. El texto que recibió Nie Haitang fue aún peor. Le dijo, «p*ta».
Ella pensó que Qin Ming ahora le había entregado su corazón a otra mujer. A pesar de que el rostro de esta estaba pixelada, todavía podía ver su figura perfecta, su piel clara y su cabello negro brillante. En definitiva, era una auténtica belleza.
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