El rostro conocido pertenecía nada menos que a Sun Changxi. Aunque iba vestida con una bonita falda, un fuerte maquillaje y una larga peluca, Qin Ming pudo reconocerla al instante.
Al igual que Song Ying, la oficial se escondía entre las demás jóvenes. «Espera, ¿no es esa mi idea? ¿Está aquí para recoger pruebas o para capturarlas?».
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