Capítulo 239 Asustando a la luz del día
—Qin Ming, ¿te has vuelto loco? —Mu Zhaoyang sintió que Qin Ming era un loco cuando vio sus nudillos ensangrentados. «¡Es tan violento!».
—Se acabó. Todo terminó. No solo no se disculpó con el Señor Zhu, sino que además lo golpeó de nuevo.
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