Capítulo 70

La acomodó sobre la cama con gentileza y le calvo una mirada lujuriosa que le anticipo algo de lo que vendría a continuación, aunque ella podría decir que, en realidad no tenía ni la más pu***ta idea de lo delicioso que sería esta vez, él estaba empeñado en llevarla al cielo y volverla a traer. La rubia se descubre en un gemido al sentir como Oliver lame con avidez la hendidura entre sus piernas mientras roza su clítoris con la punta de los dedos y succiona un par de centímetros más abajo haciéndola estremecer de placer. Él la devora con tanta certeza que ella solo puede sujetarse con firmeza de la cama mientras intenta no moverse demasiado para no interrumpir el trabajo que él hace ahí abajo. No tenía demasiada experiencia más la que Oliver le había estado facilitando, de modo que todavía había momentos en los que no sabía si lo que hacía estaba bien o no, toma los fuertes brazos de Oliver liberando los movimientos de las caderas progresivamente a la espera de que él la contenga si es necesario pero el chico continúa succionando y volviéndola loca.