Capítulo 44

Amelia pasó los siguientes tres días ignorando las llamadas de Oliver y las constantes preguntas de Sandra sobre lo ocurrido durante la salida de la otra noche, necesitaba un espacio, apenas si había hecho los deberes y la colada, y cuando supo que su madre se tomaría un espacio de su apretada agenda empresarial para venir a verla, se encontró extrañamente aliviada. No era que tuvieran la mejor de las relaciones madre e hija, pero si se entendían decentemente, apartando el tema del dinero, los negocios, el outfit y toda su imagen personal, lo demás fluía bastante bien, además realmente necesitaba sacar a Oliver de su cabeza y a toda esta tontería, así que lo mejor era intentar disfrutar de la salida a almorzar con su madre, aunque ello requiriera de ponerse un vestido y zapatos de medio tacón, o sandalias femeninas y algo de maquillaje… solo un pequeño precio a pagar por despejar la mente y regresar a su verdadero mundo lejos de Oliver Brown.