—Entonces maestra… ¿Tengo permiso para un recreo? — Sin dejar de besarla en el cuello y detrás de la oreja.
—Claro que sí, yo también tengo ganas de un recreo — Comenzando a acalorarse.
Obtiene más cupones de libro que los de la appRecargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread