Capítulo 1995 ¡Te odio!

El gato maulló como respuesta. —Exacto, va a contraer matrimonio, pero no podremos asistir a la boda porque no nos va a invitar. Ni siquiera nos contó que se iba a casar —dijo en voz alta. La humana y su gato siguieron conversando en la habitación presidencial hasta que, de pronto, sonó la campanilla. Luego, alguien golpeó a la puerta. Su Xiaotang se enderezó y fue hacia la entrada. «¿Quién será?», se preguntó. Al abrir, se encontró con la figura alta y delgada de Xiao Cheng. «¡Está aquí!», exclamó para sus adentros. La joven no esperaba que apareciera tan tarde y, de manera inconsciente, flexionó los dedos esbeltos y huesudos al mirarlo a los ojos—. ¿Qué haces aquí? —inquirió. El hombre le sostuvo la mirada y sonrió con suficiencia, con una actitud algo infantil.