Capítulo 1755 Para curar tu impotencia
Ye Yuan se rio porque el presidente Shi era graciosísimo, era impotente, y aun así la quería. Dios sabría lo que haría para torturarla si se la entregaban a él. Aún peor, el viejo amo Gu había estado de acuerdo sin dudar, como si el tráfico humano fuese nada más que usual.
Ye yuan posó la vista fuera de la ventana:
Obtiene más cupones de libro que los de la app Recargar
Ir a la app de Joyread
Sigue leyendo más capítulos y descubre más historias interesantes en Joyread