Capítulo 1239 Te rescaté
¡Ba-bum! ¡Ba-bum! ¡Ba-bum! El corazón de Xia Micheng le latía con fuerza contra el pecho y casi se lo notaba en la garganta. Los exquisitos rasgos y contornos faciales del hombre lucían especialmente elegantes y encantadores bajo las luces. Xia Micheng no estaba segura de si era su imaginación o no, pero de alguna manera percibió un ápice de afecto en sus ojos sonrientes.
Dio el primer paso para adelante y se acercó al podio antes de pararse ante Lu Yuzhen. Se miraron a los ojos, y entonces él le hizo una reverencia, como un caballero.
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