Capítulo 1809 Por mi culpa
Ye Yuan de repente dejó de hablar. Entonces, Gu Longfan soltó una bocanada de humo y la miró. La cara de ella estaba tan pálida que era casi transparente y él podía ver sus venas claramente. Mientras ella cerraba los ojos, sus pestañas densas temblaron. Al oír lo que ella había dicho, él se quedó sin respiración y sentía que su corazón estaba siendo estrujado ferozmente. Nunca había sentido un dolor como este; le dolía hasta la médula.
—No me tienes que contar más si no quieres —dijo él con voz ronca. Ella abrió los ojos. No había expresión en su mirada, no había dolor ni lágrimas. De hecho, ella parecía estar carente de emociones mientras continuó diciendo:
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