Capítulo 407 Avances
El guardia que sostenía el teléfono acababa de llegar al patio y vio al teniente, que se agarraba el estómago con dolor. Se veía sorprendido y dijo: "Teniente, tú..."
El teniente, con una mirada de desesperación, miró a su subordinado, listo para regañarlo en voz alta. Sin embargo, Antonio Salas le dio un suave golpecito en el hombro y dijo: "Tranquilo, déjalo coger el teléfono y hablar con Bai Shifeng al otro lado".
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