Capítulo 307 La naturaleza maternal de una mujer
—Presidente Echegaray, hemos llegado. —La voz de Paco se escuchó desde el frente.
Antes de que Delfina pudiera volver en sí, Santiago se bajó del coche y rodeó el vehículo hacia su lado. En el momento en que Paco abrió la puerta, Santiago la sacó del asiento trasero. Como ya no tenía fuerzas ni siquiera para luchar, permitió que la llevara.
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