Capítulo 138 Aguantar la humillación
Cuando Santiago regresó al hotel ya era muy tarde. Dentro del dormitorio estaba Delfina y ya estaba dormida.
Cuando un viento frío entró en las sábanas, se despertó de golpe. Sin embargo, antes de que pudiera darse la vuelta, él ya estaba rodeando sus hombros con las manos y tirando tranquilamente de ella para abrazarla por detrás.
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