Capítulo 661 Ella nunca me ha hecho daño
En estos momentos, en Misiones, un sedán negro atravesaba el centro de la ciudad y se dirigía al muelle de las afueras.
En Alcorcón, cruzar ilegalmente la frontera era un secreto a voces. Como aquí había innumerables muelles privados desconocidos, la seguridad fronteriza no podía realizar inspecciones exhaustivas. Así que los contrabandistas podían utilizar una pequeña embarcación para atravesar la vía fluvial y llegar a la selva opuesta. Entonces, podrían cruzar la frontera y salir de Misiones.
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