Capítulo 8 No creo en tal leyenda

Hoy era el juramento, seré un servidor en pro a la conservación de la Madre tierra. Terminé de arreglarme con un nuevo hábito. Llegué a la capilla, esperaban los monjes juramentados y fieles que juraron hacer votos de castidad, protección y entrega a la causa de la conservación del planeta. Mis maestros y los dos jóvenes que eran los mejores del curso, se enlistaron, realizaron sus votos para llevar una vida en celibato, ellos comienzan su carrera a ser sacerdote. El lugar era pequeño, unos veintiún monjes, algunos alumnos de los cursos avanzados, los cuales siempre asisten a la ordenación. La hermandad por lo observado estaba dividida; entre curas consagrados y otros que se entregan a un mundo diferente en el cual si se quieren casar lo pueden hacer, aunque nadie por lo visto lo ha hecho. El que quiera comenzar una carrera ministerial debe hacer el estudio correspondiente a los siete años en un seminario y convertirse en sacerdote. Otros hacemos una promesa ante Dios, juramos justicia y lealtad a nuestra convicción, por eso me convertí en un caballero de la Madre tierra. Me llamaron, con la mano derecha, ante varios libros, uno era la biblia y el otro era uno muy antiguo, decía «linaje». Juré ante los tres pilares a defender con mi vida de ser necesario, di mi palabra para protegerla, aunque no la conozca. Según la Leyenda, yo debo tener un acto de fe, era similar a tu creencia ante Dios, aunque no lo veas, pero lo percibes. Pasa lo mismo con la esencia de la naturaleza. Llegué a la clase, el padre esperaba, no ingresé, según él, debía profundizan en las teorías, ya era un caballero. —Mientras caminábamos me comentó que lo visto hasta ahora era lo básico y al parecer ser el más grande de los secretos, pronto se mostraría—. La Madre tierra se convierte en mujer para pertenecerle a un hombre que es la encarnación del Universo. Vuelven con el mismo cuento, no sé si eso sea cierto. Dijo que era momento de comprobarlo. Por momentos me perdía en mis propios pensamientos. No puedo ocultarlo, era de mi total agrado estar en la fortaleza. Me he dado cuenta de las pequeñas grandezas de la vida como; los buenos días ofrecidos por el Creador a través de un amanecer, las buenas noches en un atardecer, las caricias brindadas por el viento en respuesta de una pregunta o una preocupación. Esa sensación de aliento susurrado con el mover de las hojas al pasar la brisa, el canto de la naturaleza. Cada elemento hablaba y eso no te lo enseñan, tú debes crear ese vínculo con ella. Los maestros tenían razón al hablar del mal que envuelve a la humanidad, existe algo que no les permite a los humanos reaccionar ante los avisos emitidos por el planeta. ¿Por qué estamos tan ciegos?, por momentos siento una impotencia por infinitas situaciones y al mismo tiempo siento que alguien ha gritado mi nombre y debo ayudar, pero no se ha quién debo proteger. En los últimos días, la sensación nostálgica va en aumento. El rector interrumpió mis pensamientos, una vez más no le presté atención al relato de esa bendita leyenda. —Espero lo hayas comprendido, esos libros los podrás leer si eres mi aprendiz. —Quedé perdido, no tenía ni idea de lo que dijo, espero no me pregunte nada—. Por ahora eres uno de los nuestros para protegerla. —Gracias. —mejor permanecer callado. —Mañana pasarás varias horas conmigo, también tendrás una charla con el padre Andrés y a lo mejor se une el hermano Gabriel. —ahora, ¿qué querrá experimentar conmigo? —¿La reunión es para los que acabamos de convertirnos en caballero? —No por el momento, nada más tú. No sé cuál era el motivo, preferí callar, esperemos la reunión de mañana. Llegué a primera hora al despacho del rector, quien ya esperaba. —Buenos días. —saludé sentándome en una silla al frente de su escritorio. —Buenos días, Petter. Comencé a moverme nervioso, aún no sé los motivos de la reunión. No sabía dónde poner mis manos. Era objeto de análisis por parte de ellos y eso aumentó más la incertidumbre. —¿No piensan decirme nada? —hablé por fin—. Ya no puedo con la curiosidad y la expectativa. —ingresaron el resto de los maestros, el rector sonrió. —Qué madrugadores. —comentó el maestro Andrés mientras nos daba la mano—. Buenos días. —Se inclinó a saludarnos. —Gabriel llegará en el momento necesario, por ahora podemos comenzar. —El padre Andrés se sentó a mi lado—. Petter, ¿tienes alguna duda con relación a la Leyenda? Enarqué una de mis cejas, no escuché la charla de ayer. Me pasé la lengua por el labio, la verdad tenía miles, el meollo radica en mi incredibilidad ante tal leyenda. Ellos vieron mi incredulidad, el padre Andrés reprimió las ganas de reírse y el rector comenzó a negar con la cabeza suspirando. » No crees aún en nada de lo que has aprendido y menos de lo que te dije ayer, ¿cierto? —No es eso, señor. —Me apresuré a aclarar—. Debe comprender lo aséptico, es complicado dar por hecho tales historias. Pero hasta no ver a la tal Madre tierra o diosa en carne y hueso, no podré decir que es cierto. —Los que son dignos de ella pueden verla. El rector se levantó, comenzó a caminar por el recinto, nosotros lo seguimos con la mirada. —Eso mismo es lo que suelen decirnos en las clases. —comenté. —Sé lo que les decimos, Petter. Ellos profesaban una convicción en esa Leyenda, a veces me hacían dudar. —Te cuesta creer en su existencia, ¿cierto? —bajé la mirada, él siguió hablando. El padre Andrés era un espectador, me pareció más bien que hacía el papel de testigo—. Yo soy el Guardián superior de la reencarnación. —abrí la boca y escuché la acostumbrada carcajada del maestro espectador. —Usted… —Sí, la Madre tierra hace dieciocho años vive con nosotros. Petter, nada de lo que te hemos enseñado es mentira. —¿Qué es lo que sucederá entre ellos? —pregunté. —En un principio será una historia dolorosa de amor. En las últimas reencarnaciones nos hemos dado cuenta de ciertas variantes, situaciones externas han cambiado el lineamiento sagrado, pero cambian cuando es necesario, al parecer se avecina un cambio drástico. Luego de conocerse, odiarse y al mismo tiempo amarse, se casarán, tendrán hijos y enfrentaremos el mal para salvar a la humanidad. —Sigo sin entender. —Cada vez se incrementaban las dudas. —Hijo, ella domina los cuatro elementos y se convierte en uno, crea uno para ser más exacto. La Leyenda dice que en algún momento ella se convertirá en todos los elementos. Hasta el momento, solo una vez en la historia la reencarnación se convirtió en tres, sabemos que al tener la capacidad de ser los cuatro... perecerá; ya sea la leyenda, ella o el mundo. —¿Eso puede llegar a suceder? —Se miraron los maestros. —Si eso llegara a pasar, sería el fin de la mágica historia de amor. —realicé un gesto de indiferencia, al fin y al cabo, era una historia ajena a mí—. Al parecer siempre se ha comportado como un ciclo a través de la historia. Agua, Viento, Fuego, Tierra. Pero las últimas seis reencarnaciones el agua no ha repetido. —¿Eso qué significa? —Estoy como un idiota ignorante. —Hijo, la tercera guerra mundial será por el agua, ella nos advierte desde hace siglos que ese elemento desaparecerá o será muy escaso. Lo cual significa el fin de todo ser vivo, o, de una parte. No lo sabemos. —La humanidad no quiere tener conciencia al respecto, creen que el calentamiento global es invento para truncar los avances empresariales. —intervino el padre Andrés. —¿Por qué me hacen partícipe de esto? —¿Sigues pensando que es una fantasía? Su mirada fue reprobatoria, en realidad no era eso, no considero que estuviesen mintiendo. —Permítanme conocerla, quiero ver cómo manipula y dominar los elementos. —Vaya, este nos salió un Santo Tomás. —Ese nombre hizo eco en mi mente. —Tomás. —susurré. —Sí, es uno de los apóstoles de Jesús. —Tomás… sé quién es Santo Tomás, pero el nombre me resultó familiar… —El dolor de cabeza inició. ¿Quién era Tomás? —Si quieres te seguimos llamando por ese nombre. —comentó el padre Andrés—. A lo mejor a si te llamas. —Su palabra fue un eco, me estaba aturdiendo. —No, síganme llamando Petter. —logré hablar—. Esperando respuesta de su parte. Me gustaría conocer a la diosa. —escuché un pitido en mi cabeza. —Vaya, al parecer la petición es mutua, gracias a la diosa volviste de tu estado de coma. —lo miré, pero no pude enfocarlo. —Me gustaría darle las gracias. —Me levanté, el despacho me dio vueltas. —Hablaré con nuestra señora. Por ahora debes esperar… ¡PETTER! —caí de rodillas, los oídos me zumbaban y solo podía pensar en ¿quién era Tomás?
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Índice
Capítulo 1 Despertando Capítulo 2 La fortaleza Capítulo 3 Entrenamiento y pruebas Capítulo 4 Superando las pruebas Capítulo 5 Prueba final Capítulo 6 ¿Quién soy? Capítulo 7 ¿Ser un servidor de la diosa? Capítulo 8 No creo en tal leyenda Capítulo 9 Conociendo a la diosa Capítulo 10 Una misión desagradable Capítulo 11 Molestia appCapítulo 12 Debe aprender appCapítulo 13 Cumpliendo sus caprichos appCapítulo 14 No es necesario ir a misa appCapítulo 15 Presentando una disculpa appCapítulo 16 Interrogatorio appCapítulo 17 Cercanía peligrosa appCapítulo 18 En dubai appCapítulo 19 Ataque eminente appCapítulo 20 Miedo a perderla appCapítulo 21 Conociendo el mundo y… deseando hacerla mía appCapítulo 22 Mostrando los dones appCapítulo 23 Él me la quitará appCapítulo 24 No se la daré, ella era mía appCapítulo 25 Rumbo a la naturaleza appCapítulo 26 ¿Jamás te diviertes? appCapítulo 27 Volvió a enojarse appCapítulo 28 ¿Por qué quiere que me acerque? appCapítulo 29 Preparándonos para acampar appCapítulo 30 Qué susto me dio appCapítulo 31 Perdóneme, señor del universo, pero… appCapítulo 32 Atacado por los mosquitos appCapítulo 33 Estamos avanzando appCapítulo 34 Una antigua leyenda appCapítulo 35 Yo soy fuego appCapítulo 36 Calmé mi deseo con agua fría appCapítulo 37 ¿De nuevo celosa? appCapítulo 38 Bajo el cuidado de la madre tierra appCapítulo 39 Sigo haciéndole daño appCapítulo 40 Sin explicaciones appCapítulo 41 Coqueteando appCapítulo 42 Oscuridad y claridad appCapítulo 43 Superó todos mis sueños appCapítulo 44 Algo pasaba en mi cuerpo appCapítulo 45 ¿Linaje? appCapítulo 46 Soy el portador de las alas sagradas appCapítulo 47 Limpiar la fortaleza appCapítulo 48 Lo que harán con mi sangre appCapítulo 49 Rescate appCapítulo 50 Despertando appCapítulo 51 Deseo appCapítulo 52 Agatha appCapítulo 53 Recordando appCapítulo 54 Recordando – parte 2 appCapítulo 55 Recordando – parte 3 appCapítulo 56 Recordando – parte 4 appCapítulo 57 Recordando – parte 5 appCapítulo 58 Los enredos del universo appCapítulo 59 Recordando conversaciones appCapítulo 60 Marido y mujer appCapítulo 61 Consumado nuestro amor appCapítulo 62 De luna de miel appCapítulo 63 Elliot garber appCapítulo 64 Estamos embarazados appCapítulo 65 De regreso a francia appCapítulo 66 Demonios especiales appCapítulo 67 No compatimos la misma genetica appCapítulo 68 Siete meses después (parte 1) appCapítulo 69 Siete meses después (parte 2) appCapítulo 70 Ya somos padres (parte 1) appCapítulo 71 Ya somos padres (parte 2) appCapítulo 72 La llegada de un ángel (parte 1) appCapítulo 73 La llegada de un ángel (parte 2) appCapítulo 74 Se rompe la burbuja (parte 1) appCapítulo 75 Se rompe la burbuja (parte 2) appCapítulo 76 Llamando al elemento agua (parte 1) appCapítulo 77 Llamando al elemento agua (parte 2) appCapítulo 78 Llamando al elemento agua (parte 3) appCapítulo 79 Quieren a nuestros hijos (parte 1) appCapítulo 80 Quieren a nuestros hijos (parte 2) appCapítulo 81 Quieren a nuestros hijos (parte 3) appCapítulo 82 Ataque directo (parte 1) appCapítulo 83 Ataque directo (parte 2) appCapítulo 84 Acto demoniaco (parte 1) appCapítulo 85 Acto demoniaco (parte 2) appCapítulo 86 Lejanía (parte 1) appCapítulo 87 Lejanía (parte 2) appCapítulo 88 Lejanía (parte 3) appCapítulo 89 Situación compleja (parte 1) appCapítulo 90 Situación compleja (parte 2) appCapítulo 91 Situación compleja (parte 3) appCapítulo 92 Momentos de oscuridad (parte 1) appCapítulo 93 Momentos de oscuridad (parte 2) appCapítulo 94 Momentos de oscuridad (parte 3) appCapítulo 95 El engendro es fuerte (parte 1) appCapítulo 96 El engendro es fuerte (parte 2) appCapítulo 97 Acercándonos - (parte 1) appCapítulo 98 Acercándonos (parte 2) appCapítulo 99 Ella se desvanece (parte 1) appCapítulo 100 Ella se desvanece (parte 2) appCapítulo 101 Ella se desvanece (parte 3) appCapítulo 102 Abandono (parte 1) appCapítulo 103 Abandono (parte 2) appCapítulo 104 Mantenerlo vivo, pero lejos (parte 1) appCapítulo 105 Mantenerlo vivo, pero lejos (parte 2) app
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