Capítulo 1482 ¿Alguien va a pedirme disculpas?
En ese momento, Micaela sintió un dolor tan abrumador que era capaz de atravesar su cerebro, su conciencia flotaba como si ya no pudiera sentir la gravedad de la Tierra. Sin embargo, su sangre no reaccionó de la misma manera. La sangre roja y brillante brotaba de su cuerpo a gran velocidad y empezó a sentir que la temperatura de su cuerpo bajaba a medida que salía más sangre. Sólo entonces se dio cuenta de que la pérdida excesiva de sangre hacía temblar de frío. ¿Estaba sintiendo el miedo a enfrentarse a la muerte? Sus pupilas se dilataron poco a poco, pero no pudo pronunciar una palabra para pedir ayuda. En el momento en que levantó sus temblorosos brazos para llamar la atención de los demás presentes, Lucía volvió a clavar con fuerza el cuchillo de la fruta en su abdomen.
Squash, squash.
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